Amar - Cómo amar
Amar es un requisito para vivir la vida de forma feliz y estar agusto con las personas. Aprender a amar a los demás y a una persona en concreto es posible con los consejos de este artículo.
Amar es la capacidad que tiene un ser humano de querer a los demás aunque principalmente la expresión se usa para el sexo opuesto y connotación sexual.
Amar es todo un logro y muchas personas jamás llegan a amar más que a ellos mismos (el egoísmo y poca capacidad empática).
Amar no solo tiene connotación sexual también significa la capacidad de admirar a los demás en vez de pensar solo en uno mismo y por admirar no nos referimos a ver a ese alguien como un dios, sino a respetar a alguien, a admirarlo pero basándote en el respeto y el cariño que te produce esa persona. Por supuesto amar no es pegar gritos cuando sale Popeye por la televisión, eso es admiración a secas.
Por qué amar
La verdad es que puedo darte muchos motivos para amar y muchos de ellos tremendamente buenos y necesarios para una vida feliz y plena, desde ya te digo que la gente que no sabe amar son los típicos amargados, cascarabias o que se les nota que creen que alguna parte de su vida es una mierda.
Cuando estoy ingresado en el hospital de Valencia siempre veo una enfermera que va de habitación en habitación haciendo sus tareas, con cara uniforme, mala leche y mucha negatividad, esa persona no sabe amar en absoluto, ni a si misma ni a los pacientes que tiene que cuidar y el no saber amar a la par que la convierte en una margada por su tipo de trabajo hace pasar malos ratos a los pacientes cons u amargura.
No saber amar no solo te perjudica a ti mismo, sino también a los demás y voy a darte varios motivos para que te decidas a aprender a amar.
Cuando nos referimos a amar no nos referimos a burradas y curciladas religiosas que incluyen a dios, sino a amar a seres reales que realmente se lo merecen, como puede ser desde una persona concreta a la sociedad en general.
Puedes empatizar bien con los demás
Saber amar hace que te puedas poner en la piel de la otra persona, cuando amas a “algo” lo haces porque te sabes poner en su lugar y realmente sientes un gran cariño por eso y todo eso hace que quieras ayudar. Ser más empático beneficia a todos, si la gente al conducir fuera empática dejarían de dar gritos y pitidos a los otros coches (algo que yo nunca he hecho por cierto).
Los que no aman al mundo, a la sociedad y no saben mucho menos amar a una persona en concreto (su pareja) son unos amargados y fracasados sentimentales el resto de sus vidas. Quizás nunca te has preguntado porque no te duraban las relaciones y tal vez es porque no sabes amar y como no sabes amar eres incapaz de ser empático con la persona que está a tu lado y más quieres.
Saber amar significa ser capaz de sobreponer tu propio beneficio a lo que amas para beneficiar aquello que amas.
Yo amo a la sociedad, a las personas en general, por eso hago posts de calidad diarios para ayudarlos desinteresadamente, esto me permite saber apreciar mejor la vida que los típicos timos de seducción que se monta la gente o el ya tan famoso: “¡hágase rico en internet!” personas así, aunque consigan 4 duros serán unos desgraciados y amargados el resto de sus vidas.
Creeme, si sabes amar dará igual lo que tengas y a quién tengas, serás feliz siempre o por lo menos casi siempre.
Tu vida es más plena y feliz
Lo más importante de saber amar es que te sitúa por un nivel espiritual superior sin la necesidad de entrar en la espiritualidad en si misma, ni budismo, ni meditar y mucho menos con cosas absurdas como querer matar el ego o no consumir más para poder fardar y decir: “¡NO AL CONSUMISMO!” (si la sociedad no consumiese todo se iría a la mierda, eso para empezar).
Amar te permite estar en paz contigo mismo, con los demás y tener una aura espiritual que muy pocos tienen, es increíble lo que te puede cambiar la vida cuando sabes amar y a veces una sola experiencia te enseña a amar al mundo y a los demás.
Mi experiencia personal que me ha permitido amar y querer al mundo y los demás fue que desde pequeñito vi como médicos y enfermeras me trataban genial, me atendían y me daban medicamentos por tener una enfermedad, todo gratis y aunque ellos cobren, gracias a la seguridad social española me di cuenta de lo importante que es amar al mundo, amo a los demás porque yo he sido amado antes (todos hemos sido amados lo que algunos no se dan cuenta). Soy consciente de que si alguien no hubiera amado a la sociedad y hubiera hecho la sanidad por seguridad social (cualquier trabajador tiene seguridad social, él, sus hijos, su esposa…) estaría muy jodido y todo sería más difícil.
Con una experiencia así es imposible no amar a los demás, es por eso que constantemente me dedico ayudar a los demás porque en verdad quiero devolver ese favor que siempre me ha brindado la sociedad y me siento obligado a ello, pero no obligado de malas formas sino encantado, amo a los demás y me hace muy feliz poder ayudarlos desinteresadamente, aunque, obviamente, también tengo que vivir y además, ganar dinero y con ese dinero ayudar aún más a las personas.
Todo esto es un bucle positivo y feliz y por supuesto el saber amar ha hecho que mi vida sea siempre muy feliz y me ha dado la capacidad de poder perdonar siempre aunque muchas veces me enfade, siempre perdono.
Ayudas a mejorar el mundo
Cuando aprendes a amar, aprendes a empatizar cuando aprendes a empatizar eres más consciente de lo que hace el mundo por ti y cuando ocurre eso te sientes con ganas de ayudar a mejorar el mundo.
Todo esto e un bucle de positivismo que impacta a los demás, tal vez ahora no notes tus acciones pero los hijos de tus hijos las van a notar y el hecho de saber amar implica que no solo nos queremos a nosotros mismos sino que queremos por igual o casi por igual a los demás y así, dedicamos toda o al menos parte de nuestra vida a ayudar a mejorar el mundo.
Es por eso que la gente se consciencia rápido del cambio climático y aunque las multinacionales millonarias de coches tengan sangre fría y no tengan los huevos para sacar ya los coches ecológicos, por lo menos, los que sabemos amar de verdad vamos concienciándonos más y aportando nuestro granito de arena al mundo.
Las centrales nucleares ya comienzan a ser pasado y el cambio climático, dentro de no mucho, terminará pasando a la historia, los humanos hemos aprendido amar y por eso salimos ya de la edad de piedra.
Aprender a amar
Lo cierto es que aunque seas un garrulo y/o un egoísta empedernido se puede aprender a amar en ambos sentidos, con y sin connotación sexual dado que ambos están muy relacionados y amar en un sentido te llevará irremediablemente al otro en mayor o menor medida. Pero antes aprenderemos algo básico sobre el amar.
Amar sin sufrir
Lo importante de amar es que se haga interesadamente y nos provoque positivismo, no hay que amar sufriendo, si se ama sufriendo es que se está enfocando el amor de forma incorrecta, si odias a la sociedad porque alguien te ha robado 200€ de tu casa, no estás enfocando bien el amor porque lo estás generalizando.
Si amas a una persona que te ha sido infiel y te ha hecho mucho daño hiriéndote es un amor traicionado y han traicionado tu capacidad de amar, eso si, no te des por vencido, el tiempo lo cura todo y deberás enfocarte en otras cosas, deberás ver que aún quedan buenas personas que te respetarán y te sabrán amar. Porque tu pareja te haya traicionado no significa que los millones de personas que pueden ser tu pareja sean así y vayan a comportarse así contigo.
El amar sufriendo ocurre cuando por circunstancias sentimentales se generaliza una experiencia convirtiendo el amor en odio y se deja de confiar en el amor, eso si, es probable que se siga amando durante un tiempo la persona que nos ha triacionado
Amar a un amor imposible
Mucha gente generaliza el amor imposible, amar a tu profesoror/a o la chica más guapa del colegio (o chico) no es un amor imposible, para nada. Un amor solo se convierte en imposible cuando ha habido un fracaso rotundo sin posibilidad a que haya un amor entre los dos. Técnicamente hasta que no has sido rechazado al menos 2 veces con rotundidad no es un amor imposible y de todos modos, si lo sigues intentando por años seguramente conseguirías tu objetivo aunque… ¿merece la pena el esfuerzo?
También se puede amar de forma imposible al mundo, por ejemplo queriendo cambiarlo de determinada forma, pero como hemos dicho antes, también si empleas años de tu vida en cambiarlo, y muchos, 10 o 20 por lo menos y todos los días dedicándote a ello es posible cambiar el mundo de verdad y tampoco será un amor imposible. Si lo miramos friamente, solo el 0,00001% de los amores es realmente imposible ya que si empleamos por años nuestro tiempo y energía en ello es altamente probable que lo consigamos.
Cómo amar
Aclarado todo lo anterior ya estamos preparados para saber amar a los demás y a una persona en concreto también.
Ve lo positivo en todo Cuando no se sabe amar es porque la persona no es capaz de sacar el lado positivo de todo y todo, por muy negativo que sea, tiene un lado positivo, ya no digamos las situaciones cotidianas de la vida. Para aprender a amar y saber amar es tan fácil como tener una experiencia muy sentimental o varias de ellas positivas.
Puedes probar, por ejemplo, a ayudar o hacer algo por 3 personas desinteresadamente y ver como estas te lo agradecen muchísimo, algunas simplemente te lo agradecerán y otras es probable que te den más de lo que has dado y esto no se refiere a ayudar solamente a pobres ancianos desvalidos, sino por empezar con cosas básicas y que la gente agradece mucho. Por ejemplo, los típicos trayectos largos a pie, si pases por ahí con el coche y te ofreces llevar a esa persona hasta el lugar más cercano (si accede a subir) te lo va a agradecer un montón y más si va cargado de maletas.
Prueba a hacer cosas desinteresadamente y aprenderás a ver el lado más humano de la gente por muy cascarrabias y amargados que algunos seas, aunque pilles a esos, si haces algo bueno por ellos también te lo agradecerán.
El odio y la reticencia está provocado porque no sabemos ver la cara buena de los demás (asumir que los demás tienen buena intención). Eso si, aunque aprendas a saber amar eso no significa que tengas que hacer un viva la pepa y confiar todo a todos. Siempre haced las cosas con inteligencia.
Aprecia lo bueno de cada persona
Hasta el peor asesino del mundo es humano y altamente agradable si sabes sacar su lado positivo, tienes que saber apreciar lo bueno de cada persona y aunque haya muchos hijos de puta por el mundo a estos no hay que hacerles ni caso ni malgastar nuestro tiempo en ellos. Aprender a apreciar lo bueno de las personas, a amarlas y quererlas como son, a entender que hacen lo que hacen porque así es su psicología, sus genes y que no hay mucho que ellos puedan hacer, no tienen tanta suerte como tú que puedes mejorar y cambiar porque eres más espabilado.
Si aprendes a sacar lo mejor de cada persona y a ver lo mejor de cada persona, junto con lo anterior ya estás listo para amar, amar al mundo, a los demás, sentimentalmente o lo que sea, y si lo haces verás como tu vida mejora y serás más feliz.
http://revista-digital.verdadera-seduccion.com/amar-como-amar/
viernes, 1 de mayo de 2009
Ira
Ira
La ira al igual que el miedo es un sentimiento natural que constituye una reacción instintiva ante el peligro, ante lo que amenaza la integridad para estar en la vida; pero con la ira en vez de huir, paralizarse o amedrentarse como con el miedo, se genera un impulso hacia la defensa, la lucha, el ataque.
Cuando el sentimiento de ira pasa de ser una reacción natural a ser una respuesta psicosocial o sociocultural, nos ubicamos ante un fenómeno exclusivamente humano, de manera que se manifiesta en forma de sentimientos y emociones como la cólera, el enojo, la frustración, el odio, la venganza, irritación, el resentimiento y actitudes agresivas, violentas.
El coraje que generalmente suele identificarse con la ira, en su acepción original no significa enojo, sino valentía, es decir que no tiene una connotación negativa, sino al contrario va mas ligado a tener la fuerza, energía y decisión para protegerse y defender los derechos que se tienen como ser humano, persona, ciudadano(a), familiar, pareja, etc.
Así, podemos entender la razón de que existan reacciones de enojo plenamente justificadas que generan el coraje necesario para protegernos y defendernos, pero el enojo que aquí nos interesa, es el que nos perturba el ánimo provocando un manejo inadecuado de la ira e inclusive perder el control, al grado que nos hace mas proclives, mas vulnerables a ser dependientes en forma dañina, sea a personas, actividades o sustancias.
Dentro de este grupo de personas, algunas tienden a tapar o negar su coraje porque no saben como externarlo, porque temen a las respuestas o porque de alguna manera ignoran lo que realmente les molesta, o bien, no saben que están enojadas, acumulando su molestia o irritación inconscientemente, con lo que es posible que se canalice en contra de si mismas o de otros que no están directamente involucrados, lo cual necesariamente acarrea confusión y conflicto cuando se traslada a otros escenarios y situaciones lo que originalmente les causó enojo, derivándose una serie de acusaciones y culpas que pueden llegar a culminar en provocaciones furiosas y estallidos emocionales desproporcionados.
La actitud agresiva es muchas veces esperada y bienvenida por parte de personas que aparecen pasivas o “dejadas”, en el sentido de que se dejan maltratar e incluso denigrar, es decir que no sacan su coraje en el sentido del arrojo, de la valentía de la que hablábamos antes, ya sea en su profesión o trabajo, su familia, su pareja o en sus relaciones interpersonales en general.
Pero la actitud agresiva no esperada y reprobada por la mayoría de las personas es aquella que se manifiesta cuando no existen situaciones reales y objetivas que la justifiquen, sino que lo que la origina únicamente existe en el sentimiento y pensamiento de la persona que la ejerce, y en este caso, ya estamos hablando de personas incapacitadas para manejar su enojo, su ira o su coraje.
Igual que con el miedo y otras emociones y actitudes que hemos tratado en artículos anteriores, las personas buscan algo o alguien, externo, fuera de ellas, que les de el “poder” para manejar la agresión, su enojo o, dado el caso, su falta de coraje, siendo las adicciones a sustancias una vía ideal para el efecto, porque recordemos que el alcoholismo y la drogadicción, en principio son una agresión, una forma de violencia contra si mismo(a), además de serlo contra los seres más cercanos o, inclusive, contra la sociedad en su conjunto.
Pero también recordemos que debido a las “creencias que somos” existe la ilusión de conducirme y actuar de acuerdo con la película que he inventado de mi mismo(a), de cómo me gustaría verme actuar ante los demás o en determinadas situaciones.
Entonces, sea porque soy una persona cargada de resentimientos añejos o recientes, sea porque todo me hace sospechar que me faltan agallas, con el apoyo “poderoso” de una sustancia empiezo a vivir la ilusión de “mi película”, de suerte que si me sale bien el numerito, “según yo”, pues ya encontré la formula mágica que me permite el control y manejo de la agresión, del coraje, para atreverme, para que me teman, para que me tomen en cuanta.
Esta ilusión no durará con el desarrollo de la dependencia de eso que supuestamente me da el “poder” y peor, al contrario de lo que buscaba, cada vez tendré menos capacidad para dejar de cometer verdaderos actos de atropello y violencia, llegando a transgredir mi propio código moral y el de mis seres queridos y si no me detengo, estaré en riesgo de cometer actos que la misma sociedad y sus instituciones policíacas tendrán que detener.
Por lo que toca a las personas que no son proclives a apegarse dañinamente a sustancias, pero si a personas, actividades o consumos, suele presentarse una mayor incapacidad para canalizar adecuadamente su coraje, o tender a trasladarlo al inconsciente, porque sus creencias le impiden manifestarlo. En este sentido no es difícil que en terapia descubran algunas personas que están enojadas con su padre o su madre porque han aguantado, soportado, las agresiones del otro, ya sea por la codependencia en el caso de las parejas en donde uno de ellos, (generalmente el hombre), es alcohólico, o bien, por la actitud pasiva o permisiva de la madre ante las agresiones y abusos del padre con ellas.
Lo paradójico en estos casos, es que las hijas de padres alcohólicos, tienden a buscarse o relacionarse inconscientemente con parejas que tienen el perfil de adictos o de plano lo son, o bien, con hombres agresivos y/o violentos, lo cual de alguna manera se da también con los hijos de madres alcohólicas o neuróticas, pues tienden a sentirse atraídos por mujeres parecidas.
Por su parte, si las madres son codependientes, o dependientes como lo hemos venido describiendo en todos estos escritos, parece repetirse esta tendencia en que los hijos varones sienten una atracción inconsciente con mujeres que presentan estos rasgos. Pero la situación se complica, porque tanto en unos casos como en los otros, cuando se toma conciencia, es decir que deja de ser inconsciente la atracción, aparece un nuevo elemento que tiende a trasladarse al inconsciente, que es la resistencia para construir y establecer un verdadero compromiso con este tipo de parejas. Fuente: Internet.
La ira al igual que el miedo es un sentimiento natural que constituye una reacción instintiva ante el peligro, ante lo que amenaza la integridad para estar en la vida; pero con la ira en vez de huir, paralizarse o amedrentarse como con el miedo, se genera un impulso hacia la defensa, la lucha, el ataque.
Cuando el sentimiento de ira pasa de ser una reacción natural a ser una respuesta psicosocial o sociocultural, nos ubicamos ante un fenómeno exclusivamente humano, de manera que se manifiesta en forma de sentimientos y emociones como la cólera, el enojo, la frustración, el odio, la venganza, irritación, el resentimiento y actitudes agresivas, violentas.
El coraje que generalmente suele identificarse con la ira, en su acepción original no significa enojo, sino valentía, es decir que no tiene una connotación negativa, sino al contrario va mas ligado a tener la fuerza, energía y decisión para protegerse y defender los derechos que se tienen como ser humano, persona, ciudadano(a), familiar, pareja, etc.
Así, podemos entender la razón de que existan reacciones de enojo plenamente justificadas que generan el coraje necesario para protegernos y defendernos, pero el enojo que aquí nos interesa, es el que nos perturba el ánimo provocando un manejo inadecuado de la ira e inclusive perder el control, al grado que nos hace mas proclives, mas vulnerables a ser dependientes en forma dañina, sea a personas, actividades o sustancias.
Dentro de este grupo de personas, algunas tienden a tapar o negar su coraje porque no saben como externarlo, porque temen a las respuestas o porque de alguna manera ignoran lo que realmente les molesta, o bien, no saben que están enojadas, acumulando su molestia o irritación inconscientemente, con lo que es posible que se canalice en contra de si mismas o de otros que no están directamente involucrados, lo cual necesariamente acarrea confusión y conflicto cuando se traslada a otros escenarios y situaciones lo que originalmente les causó enojo, derivándose una serie de acusaciones y culpas que pueden llegar a culminar en provocaciones furiosas y estallidos emocionales desproporcionados.
La actitud agresiva es muchas veces esperada y bienvenida por parte de personas que aparecen pasivas o “dejadas”, en el sentido de que se dejan maltratar e incluso denigrar, es decir que no sacan su coraje en el sentido del arrojo, de la valentía de la que hablábamos antes, ya sea en su profesión o trabajo, su familia, su pareja o en sus relaciones interpersonales en general.
Pero la actitud agresiva no esperada y reprobada por la mayoría de las personas es aquella que se manifiesta cuando no existen situaciones reales y objetivas que la justifiquen, sino que lo que la origina únicamente existe en el sentimiento y pensamiento de la persona que la ejerce, y en este caso, ya estamos hablando de personas incapacitadas para manejar su enojo, su ira o su coraje.
Igual que con el miedo y otras emociones y actitudes que hemos tratado en artículos anteriores, las personas buscan algo o alguien, externo, fuera de ellas, que les de el “poder” para manejar la agresión, su enojo o, dado el caso, su falta de coraje, siendo las adicciones a sustancias una vía ideal para el efecto, porque recordemos que el alcoholismo y la drogadicción, en principio son una agresión, una forma de violencia contra si mismo(a), además de serlo contra los seres más cercanos o, inclusive, contra la sociedad en su conjunto.
Pero también recordemos que debido a las “creencias que somos” existe la ilusión de conducirme y actuar de acuerdo con la película que he inventado de mi mismo(a), de cómo me gustaría verme actuar ante los demás o en determinadas situaciones.
Entonces, sea porque soy una persona cargada de resentimientos añejos o recientes, sea porque todo me hace sospechar que me faltan agallas, con el apoyo “poderoso” de una sustancia empiezo a vivir la ilusión de “mi película”, de suerte que si me sale bien el numerito, “según yo”, pues ya encontré la formula mágica que me permite el control y manejo de la agresión, del coraje, para atreverme, para que me teman, para que me tomen en cuanta.
Esta ilusión no durará con el desarrollo de la dependencia de eso que supuestamente me da el “poder” y peor, al contrario de lo que buscaba, cada vez tendré menos capacidad para dejar de cometer verdaderos actos de atropello y violencia, llegando a transgredir mi propio código moral y el de mis seres queridos y si no me detengo, estaré en riesgo de cometer actos que la misma sociedad y sus instituciones policíacas tendrán que detener.
Por lo que toca a las personas que no son proclives a apegarse dañinamente a sustancias, pero si a personas, actividades o consumos, suele presentarse una mayor incapacidad para canalizar adecuadamente su coraje, o tender a trasladarlo al inconsciente, porque sus creencias le impiden manifestarlo. En este sentido no es difícil que en terapia descubran algunas personas que están enojadas con su padre o su madre porque han aguantado, soportado, las agresiones del otro, ya sea por la codependencia en el caso de las parejas en donde uno de ellos, (generalmente el hombre), es alcohólico, o bien, por la actitud pasiva o permisiva de la madre ante las agresiones y abusos del padre con ellas.
Lo paradójico en estos casos, es que las hijas de padres alcohólicos, tienden a buscarse o relacionarse inconscientemente con parejas que tienen el perfil de adictos o de plano lo son, o bien, con hombres agresivos y/o violentos, lo cual de alguna manera se da también con los hijos de madres alcohólicas o neuróticas, pues tienden a sentirse atraídos por mujeres parecidas.
Por su parte, si las madres son codependientes, o dependientes como lo hemos venido describiendo en todos estos escritos, parece repetirse esta tendencia en que los hijos varones sienten una atracción inconsciente con mujeres que presentan estos rasgos. Pero la situación se complica, porque tanto en unos casos como en los otros, cuando se toma conciencia, es decir que deja de ser inconsciente la atracción, aparece un nuevo elemento que tiende a trasladarse al inconsciente, que es la resistencia para construir y establecer un verdadero compromiso con este tipo de parejas. Fuente: Internet.
Resentimiento
Cuando mantenemos vivo un sentimiento negativo durante mucho tiempo, significa que nos afectó profundamente y que podría ser equiparable físicamente a un trauma, desgarre o golpe que deja cicatriz y que puede o no quitarse, en función del tratamiento y cuidado que se tenga.
En todo caso lo importante es destacar que puede quedar un rastro dañino en nuestro organismo, que si no se detecta afectará el resto de nuestras vidas. En el plano mental y emocional le llamamos resentimiento y es posible que no sea notorio, o que solamente lo detecten personas que han convivido con nosotros mucho tiempo, pero los únicos que podemos saber a ciencia cierta si lo tenemos o no, somos nosotros mismos.
El resentimiento se produce por algo que se vivió en el pasado como abuso, vejación, agravio u ofensa, y lo traemos al presente, independientemente del tiempo que haya pasado y si la situación, persona o personas que aparentemente lo causaron, lo hayan hecho realmente. Al traerlo al presente suelen generarse sentimientos de amargura, coraje, impotencia, frustración o ira.
En ocasiones puede tratarse de actitudes por parte de algún familiar (padre, madre, hermanos o equivalentes), que se fueron acumulando sin saber claramente si nos llegaríamos a resentir y del grado que nos afectaron durante nuestra niñez o adolescencia; pero que externamos o comentamos cada vez que alguna situación nos lo recuerda.
En este caso puede no ser tan dañino mantener este resentimiento, como aquellos que nunca comentamos o que preferimos ocultar o evadir, pero igual nos afectan mientras los mantengamos vivos, mientras los traigamos al presente. Sólo se puede hablar de haber superado un resentimiento, cuando al recordar el suceso o vivencias que lo ocasionaron, no evoque o provoque alguna emoción o sentimiento negativo en el presente.
Cuando nos quejamos con cierta frecuencia, seguramente existen resentimientos que crean un estado propicio para la queja, pero también la queja es una forma de alimentar el ego; necesitamos hacernos presentes, ser notados y si no lo logramos por una vía positiva, pues el ego buscará la forma de hacerse notar aunque sea en forma negativa. El punto es que necesitamos ser tomados en cuenta, que se nos considere y si es posible, que se nos apapache, ya que por algo nos estamos quejando.
Una de las formas más comunes es la queja por lo que nos hizo o no nos hizo, por su actitud, por su indiferencia, desconsideración, negligencia o deshonestidad. Y si la persona o personas con quienes nos quejamos nos dan la razón, más se alimenta el ego, pues si hay algo que le fascina, es tener la razón, sentirse superior, ubicarse por encima de los demás.
Sin embargo, si las personas de las que siempre hemos esperado reconocimiento y atención, nos ignoran suelen presentarse dos situaciones en quienes tenemos un perfil dependiente: en la primera, tendremos motivos para disfrazar el resentimiento y la queja, mediante la indignación, que es una forma de enojo que puede llegar hasta la ira, porque sentimos y creemos que se justifica, lo cual nos permite demostrar arrojo y valentía, forma muy socorrida en nuestra cultura para alimentar el ego. En la segunda, tendremos motivos para caemos, para apachurrarnos, para victimizamos y así lo menos que podemos esperar es que nos apapachen, es decir que alguien nos comprenda, nos considere y atienda en los términos que demanda el ego.
Lo que verdaderamente subyace en el resentimiento y la queja es un ego lastimado, porque indudablemente que existen personas que nos aman, nos consideran y/o nos reconocen, pero que no son las personas que el ego espera que lo hagan, o bien, aunque si sean las personas, no lo hacen con los detalles, actitudes, maneras y condiciones que el ego exige.
Podría pensarse que existen situaciones, personas o instituciones, con las cuales estamos resentidos y no es porque el ego haya sido lastimado, sino que realmente tiene que ver con sucesos que justifican el que estemos afectados, molestos o enojados y que el buscar disculpas, que se reconozca lo que nos causaron o incluso el pago o reparación del daño causado, es legitimo.
En estos casos, habría que revisar si se trata de sucesos y hechos reales, es decir, que no se fundamentan en chismes, especulaciones o comentarios irresponsables de quienes hablan de cosas que no les consta, así como de las supuestas o verdaderas intenciones de quienes dicen o hacen cosas que nos puedan perjudicar.
Una vez que estamos seguros de los hechos contundentemente y realmente fuimos afectados en alguna área de nuestra vida, si actuamos en consecuencia moral, social y hasta legalmente si es el caso, no estaremos en el terreno de los resentimientos y quejas que aquí examinamos, sino del ser dignos y asertivos, es decir, que lo que nos motiva verdaderamente es poner limites a quienes nos molestan o afectan, es ejercer la defensa de nuestros derechos como seres humanos, como trabajadores o como ciudadanos.
¿Cómo podemos diferenciar cuando se trata de ser asertivos y cuando del ego lastimado?
La primera señal está en el tiempo que ha pasado y seguimos manteniendo una emoción negativa sin actuar en consecuencia para resolverlo, ya que si no hemos actuado, en realidad queremos dejar vivo ese sentimiento conciente o inconscientemente para alimentar el ego.
La otra sería examinar si estamos personalizando el problema, si lo que nos afecta es porque sentimos que deliberadamente fuimos lastimados por otra persona, ya que la mayoría de las veces no hubo esa intención y nosotros creemos firmemente que se nos quería perjudicar; como que necesitamos motivos para estar a la ofensiva, para desquitarnos y cualquier situación que parezca propicia, será una oportunidad para sacar nuestro resentimiento.
Únicamente se puede ser asertivo cuando se ha trabajado para reconocer nuestros resentimientos, para saber cuándo, cómo y porque nos resentimos, porque de otra manera, la queja estará presente como parte de nuestra forma de ser y mucho de lo que creemos que lo ocasiona no es real, ya que por lo que estamos verdaderamente resentidos, es muy probable que se haya originado por razones y situaciones diferentes a las que creemos y en otra etapa de nuestras vidas, pero que no hemos revisado y examinado, por miedo o simplemente, por negarse a crecer.
En todo caso lo importante es destacar que puede quedar un rastro dañino en nuestro organismo, que si no se detecta afectará el resto de nuestras vidas. En el plano mental y emocional le llamamos resentimiento y es posible que no sea notorio, o que solamente lo detecten personas que han convivido con nosotros mucho tiempo, pero los únicos que podemos saber a ciencia cierta si lo tenemos o no, somos nosotros mismos.
El resentimiento se produce por algo que se vivió en el pasado como abuso, vejación, agravio u ofensa, y lo traemos al presente, independientemente del tiempo que haya pasado y si la situación, persona o personas que aparentemente lo causaron, lo hayan hecho realmente. Al traerlo al presente suelen generarse sentimientos de amargura, coraje, impotencia, frustración o ira.
En ocasiones puede tratarse de actitudes por parte de algún familiar (padre, madre, hermanos o equivalentes), que se fueron acumulando sin saber claramente si nos llegaríamos a resentir y del grado que nos afectaron durante nuestra niñez o adolescencia; pero que externamos o comentamos cada vez que alguna situación nos lo recuerda.
En este caso puede no ser tan dañino mantener este resentimiento, como aquellos que nunca comentamos o que preferimos ocultar o evadir, pero igual nos afectan mientras los mantengamos vivos, mientras los traigamos al presente. Sólo se puede hablar de haber superado un resentimiento, cuando al recordar el suceso o vivencias que lo ocasionaron, no evoque o provoque alguna emoción o sentimiento negativo en el presente.
Cuando nos quejamos con cierta frecuencia, seguramente existen resentimientos que crean un estado propicio para la queja, pero también la queja es una forma de alimentar el ego; necesitamos hacernos presentes, ser notados y si no lo logramos por una vía positiva, pues el ego buscará la forma de hacerse notar aunque sea en forma negativa. El punto es que necesitamos ser tomados en cuenta, que se nos considere y si es posible, que se nos apapache, ya que por algo nos estamos quejando.
Una de las formas más comunes es la queja por lo que nos hizo o no nos hizo, por su actitud, por su indiferencia, desconsideración, negligencia o deshonestidad. Y si la persona o personas con quienes nos quejamos nos dan la razón, más se alimenta el ego, pues si hay algo que le fascina, es tener la razón, sentirse superior, ubicarse por encima de los demás.
Sin embargo, si las personas de las que siempre hemos esperado reconocimiento y atención, nos ignoran suelen presentarse dos situaciones en quienes tenemos un perfil dependiente: en la primera, tendremos motivos para disfrazar el resentimiento y la queja, mediante la indignación, que es una forma de enojo que puede llegar hasta la ira, porque sentimos y creemos que se justifica, lo cual nos permite demostrar arrojo y valentía, forma muy socorrida en nuestra cultura para alimentar el ego. En la segunda, tendremos motivos para caemos, para apachurrarnos, para victimizamos y así lo menos que podemos esperar es que nos apapachen, es decir que alguien nos comprenda, nos considere y atienda en los términos que demanda el ego.
Lo que verdaderamente subyace en el resentimiento y la queja es un ego lastimado, porque indudablemente que existen personas que nos aman, nos consideran y/o nos reconocen, pero que no son las personas que el ego espera que lo hagan, o bien, aunque si sean las personas, no lo hacen con los detalles, actitudes, maneras y condiciones que el ego exige.
Podría pensarse que existen situaciones, personas o instituciones, con las cuales estamos resentidos y no es porque el ego haya sido lastimado, sino que realmente tiene que ver con sucesos que justifican el que estemos afectados, molestos o enojados y que el buscar disculpas, que se reconozca lo que nos causaron o incluso el pago o reparación del daño causado, es legitimo.
En estos casos, habría que revisar si se trata de sucesos y hechos reales, es decir, que no se fundamentan en chismes, especulaciones o comentarios irresponsables de quienes hablan de cosas que no les consta, así como de las supuestas o verdaderas intenciones de quienes dicen o hacen cosas que nos puedan perjudicar.
Una vez que estamos seguros de los hechos contundentemente y realmente fuimos afectados en alguna área de nuestra vida, si actuamos en consecuencia moral, social y hasta legalmente si es el caso, no estaremos en el terreno de los resentimientos y quejas que aquí examinamos, sino del ser dignos y asertivos, es decir, que lo que nos motiva verdaderamente es poner limites a quienes nos molestan o afectan, es ejercer la defensa de nuestros derechos como seres humanos, como trabajadores o como ciudadanos.
¿Cómo podemos diferenciar cuando se trata de ser asertivos y cuando del ego lastimado?
La primera señal está en el tiempo que ha pasado y seguimos manteniendo una emoción negativa sin actuar en consecuencia para resolverlo, ya que si no hemos actuado, en realidad queremos dejar vivo ese sentimiento conciente o inconscientemente para alimentar el ego.
La otra sería examinar si estamos personalizando el problema, si lo que nos afecta es porque sentimos que deliberadamente fuimos lastimados por otra persona, ya que la mayoría de las veces no hubo esa intención y nosotros creemos firmemente que se nos quería perjudicar; como que necesitamos motivos para estar a la ofensiva, para desquitarnos y cualquier situación que parezca propicia, será una oportunidad para sacar nuestro resentimiento.
Únicamente se puede ser asertivo cuando se ha trabajado para reconocer nuestros resentimientos, para saber cuándo, cómo y porque nos resentimos, porque de otra manera, la queja estará presente como parte de nuestra forma de ser y mucho de lo que creemos que lo ocasiona no es real, ya que por lo que estamos verdaderamente resentidos, es muy probable que se haya originado por razones y situaciones diferentes a las que creemos y en otra etapa de nuestras vidas, pero que no hemos revisado y examinado, por miedo o simplemente, por negarse a crecer.
¿Cómo tener éxito con mi pareja si somos tan diferentes?
"Nuestro amor es imposible, yo soy pez de río tu eres pez de mar"
Canción de José José
Cuando nuestros gustos, anhelos y sueños son diferentes a los de nuestra pareja, ocurren problemas, separaciones, divorcios.
Es el "síndrome del pez de río, pez de mar". Cada uno está acostumbrado a moverse en diferentes mares, en diferentes ambientes.
Y cuando estos dos peces se juntan, lo hacen con la esperanza de que el otro vivirá sus mismos sueños y costumbres. En su mismo mar.
Eso rara vez sucede en el amor y el síndrome "pez de río, pez de mar" cobra otra víctima mas.
¿Hay algún remedio para este síndrome? Si. Dejar de suponer. Si decides casarte, salir todos los viernes con tus amigos y piensas seguir viviendo tu vida de soltero, lo que tienes que hacer es hablarlo. Suponer que tu pareja va a aceptarlo, es invitar al desastre.
Y no supongas que tu pareja va a estar contigo todo el tiempo. Es legítimo que lo desees. Pregúntalo. Acuérdalo.
Es mediante dejar de suponer y pedir directamente lo que quieres a tu pareja, como desde el principio puedes crear un ambiente de amor, paz y armonía.
¿Te encanta el arte y a tu pareja el futbol? Acuerden. Quizás dejes que se vaya con sus amigos a ver los partidos de futbol, mientras asistes con tu familia a una exposición de arte. Y en ocasiones, él puede ir contigo a ver una exposición de arte y tu a ver un partido.
Platíquenlo.
Este es el gran secreto para tener éxito en el amor. No importan tus defectos. No importan tus gustos. Importa que le desnudes tu alma y le digas "este soy yo y esto es lo que quiero de ti ¿quién eres tú y que es lo que quieres de mí?"
No hacerlo, es apostar tu vida misma. En un matrimonio, el error de suponer, puede ocasionar un divorcio. En un noviazgo, problemas y desilusiones.
Naturalmente, si tu pareja no es sincera y sus palabras no respaldan sus promesas, no hay nada que hacer. Busca a otro amor.
Y recuerda, no importa si eres pez de río y tu pareja pez de mar…
Hablando, pueden crear un espacio para que los dos naveguen por el río y por el mar. ¡Suerte!
http://www.tubreveespacio.com/reflexiones-01may05/como%20tener%20exito%20con%20mi%20pareja%20si%20somos%20tan%20diferentes.htm
Canción de José José
Cuando nuestros gustos, anhelos y sueños son diferentes a los de nuestra pareja, ocurren problemas, separaciones, divorcios.
Es el "síndrome del pez de río, pez de mar". Cada uno está acostumbrado a moverse en diferentes mares, en diferentes ambientes.
Y cuando estos dos peces se juntan, lo hacen con la esperanza de que el otro vivirá sus mismos sueños y costumbres. En su mismo mar.
Eso rara vez sucede en el amor y el síndrome "pez de río, pez de mar" cobra otra víctima mas.
¿Hay algún remedio para este síndrome? Si. Dejar de suponer. Si decides casarte, salir todos los viernes con tus amigos y piensas seguir viviendo tu vida de soltero, lo que tienes que hacer es hablarlo. Suponer que tu pareja va a aceptarlo, es invitar al desastre.
Y no supongas que tu pareja va a estar contigo todo el tiempo. Es legítimo que lo desees. Pregúntalo. Acuérdalo.
Es mediante dejar de suponer y pedir directamente lo que quieres a tu pareja, como desde el principio puedes crear un ambiente de amor, paz y armonía.
¿Te encanta el arte y a tu pareja el futbol? Acuerden. Quizás dejes que se vaya con sus amigos a ver los partidos de futbol, mientras asistes con tu familia a una exposición de arte. Y en ocasiones, él puede ir contigo a ver una exposición de arte y tu a ver un partido.
Platíquenlo.
Este es el gran secreto para tener éxito en el amor. No importan tus defectos. No importan tus gustos. Importa que le desnudes tu alma y le digas "este soy yo y esto es lo que quiero de ti ¿quién eres tú y que es lo que quieres de mí?"
No hacerlo, es apostar tu vida misma. En un matrimonio, el error de suponer, puede ocasionar un divorcio. En un noviazgo, problemas y desilusiones.
Naturalmente, si tu pareja no es sincera y sus palabras no respaldan sus promesas, no hay nada que hacer. Busca a otro amor.
Y recuerda, no importa si eres pez de río y tu pareja pez de mar…
Hablando, pueden crear un espacio para que los dos naveguen por el río y por el mar. ¡Suerte!
http://www.tubreveespacio.com/reflexiones-01may05/como%20tener%20exito%20con%20mi%20pareja%20si%20somos%20tan%20diferentes.htm
Bases para una relación destructiva
Luz María Rodríguez Ensuástegui
¿Recuerdas que hemos hablado acerca de las personas adictas a las relaciones destructivas?
Detengámonos hoy en las bases indispensables para fundar y sostener una relación de esta naturaleza.
Conózcanse poco: no hablen, den por hecho que se conocen bien o que son como cada uno se imagina al otro.
Idealícense: eleven a la N potencia sus cualidades, y añádanse atributos que no tienen.
Vean sólo sus cualidades, nunca sus defectos.
Justifiquen todos sus errores.
Nunca se confronten; de esa manera lograrán tener una relación estancada y desgastada por el silencio.
Finjan que no existen los abusos... ni los que denigran la estabilidad emocional, ni los de la fuerza física, ni los económicos, ni los de la confianza.
Busquen controlarse uno al otro; es la mejor forma de fomentar la desconfianza, la celotipia y la mitomanía.
Miéntanse. Aunque parece una buena solución para templar las cosas... al final acarrea rupturas más severas.
Traten de estar las 24 horas del día juntos, y si no es así ¡enójense!
Intenten enterarse de qué hizo el otro, cómo lo hizo y con quién lo hizo, todos los días.
Espíense.
Desconfíen sin razón evidente; imaginen escenas de infidelidad y tortúrense con ellas.
Pónganle el cuerno al otro... nomás para ver qué se siente.
Elíjanse con tintes de dependencia al alcohol, a las drogas y a la violencia.
Violéntense abierta y encubiertamente.
Elíjanse vanidosos; que la adulación sea su alimento diario.
Sean mezquinos en palabras cálidas, en gestos de atención y confianza.
Cuando discutan, traten de ganar siempre a través de la razón, de la fuerza... o de la maña. Compitan constantemente y rivalicen por casi todo.
Guarden el rencor, aliméntense de él, no perdonen... Y cuando se necesite, repróchense mutuamente.
Ténganse envidia y no lo digan.
Boicoteen sus logros y nunca se feliciten.
Actúen infantilmente, encapríchense, busquen que les complazcan el ego.
Háganle manita de puerquito, y cuando se hayan salido con la suya díganle: "gracias porque me quieres".
Camuflajeen sus verdaderos sentimientos, intenciones y métodos. Es la mejor forma de montar un infierno sobre palabras melosas.
Amiga, ¿qué piensas de estos elementos?
¿Hay algunos que identifiques con claridad como presentes en tu relación de pareja?
Lo mejor en este terreno de introspección es NO CULPAR AL OTRO, sino asumirse y delimitar responsabilidades... y luego tomar determinaciones.
Adelante, estoy abierta a tus preguntas y reflexiones.
¿Recuerdas que hemos hablado acerca de las personas adictas a las relaciones destructivas?
Detengámonos hoy en las bases indispensables para fundar y sostener una relación de esta naturaleza.
Conózcanse poco: no hablen, den por hecho que se conocen bien o que son como cada uno se imagina al otro.
Idealícense: eleven a la N potencia sus cualidades, y añádanse atributos que no tienen.
Vean sólo sus cualidades, nunca sus defectos.
Justifiquen todos sus errores.
Nunca se confronten; de esa manera lograrán tener una relación estancada y desgastada por el silencio.
Finjan que no existen los abusos... ni los que denigran la estabilidad emocional, ni los de la fuerza física, ni los económicos, ni los de la confianza.
Busquen controlarse uno al otro; es la mejor forma de fomentar la desconfianza, la celotipia y la mitomanía.
Miéntanse. Aunque parece una buena solución para templar las cosas... al final acarrea rupturas más severas.
Traten de estar las 24 horas del día juntos, y si no es así ¡enójense!
Intenten enterarse de qué hizo el otro, cómo lo hizo y con quién lo hizo, todos los días.
Espíense.
Desconfíen sin razón evidente; imaginen escenas de infidelidad y tortúrense con ellas.
Pónganle el cuerno al otro... nomás para ver qué se siente.
Elíjanse con tintes de dependencia al alcohol, a las drogas y a la violencia.
Violéntense abierta y encubiertamente.
Elíjanse vanidosos; que la adulación sea su alimento diario.
Sean mezquinos en palabras cálidas, en gestos de atención y confianza.
Cuando discutan, traten de ganar siempre a través de la razón, de la fuerza... o de la maña. Compitan constantemente y rivalicen por casi todo.
Guarden el rencor, aliméntense de él, no perdonen... Y cuando se necesite, repróchense mutuamente.
Ténganse envidia y no lo digan.
Boicoteen sus logros y nunca se feliciten.
Actúen infantilmente, encapríchense, busquen que les complazcan el ego.
Háganle manita de puerquito, y cuando se hayan salido con la suya díganle: "gracias porque me quieres".
Camuflajeen sus verdaderos sentimientos, intenciones y métodos. Es la mejor forma de montar un infierno sobre palabras melosas.
Amiga, ¿qué piensas de estos elementos?
¿Hay algunos que identifiques con claridad como presentes en tu relación de pareja?
Lo mejor en este terreno de introspección es NO CULPAR AL OTRO, sino asumirse y delimitar responsabilidades... y luego tomar determinaciones.
Adelante, estoy abierta a tus preguntas y reflexiones.
35 Actos de Perdón
35 Actos de Perdón
"El perdón es una respuesta, la respuesta implícita en nuestra existencia". Paul Tillich
Por Sheila Morataya-Fleishman
Hace algunos años conocí a una chica muy alegre y dinámica. Había nacido y crecido en un hogar sólido y de costumbres estrictas, un hogar en donde la mentira no era tolerada y la integridad era inculcada. Siempre estaba hablando de su papá, de lo orgullosa que se sentía de él y de la ilusión que le hacia encontrar en el hombre de su vida alguna de las características de la personalidad de su padre. Mi amiga pensaba que la suya era una familia ejemplar y modelo, como pocas. Por circunstancias del destino dejé de verla por unos años hasta que un día casualmente nos volvimos a re-encontrar en una reunión de amigos mutuos.
Me sorprendió no ver en ella aquella alegría que la caracterizaba, en su lugar vi unos ojos tristes y un tono de voz que denotaba tristeza, rabia y rencor. Decidí invitarla a tomar un café para que me contara lo que le había ocurrido en ese tiempo en que habíamos dejado de vernos. "Hace un año - me decía- mis cuatro hermanos y yo descubrimos que nuestro padre no era el hombre íntegro y lleno de virtudes que hasta entonces admirábamos". “Mi padre tiene otra familia con cinco hijos más. Cuando lo supe quise hacer toda clase de locuras, la situación entre el y yo se volvió muy tensa y mi corazón se lleno de amargura, cólera y angustia. Estoy luchando contra estas emociones negativas constantemente y me siento muy agotada pues algo dentro de mi me dice que voy en contra de mi naturaleza que me grita ¡Perdona! ¿Cómo se perdona cuando te sientes tan herida y defraudada?”
Sin lugar a dudas el acto de perdonar encierra un maravilloso misterio para cada ser humano o mujer que se decide a hacerlo. Ya que no es una simple emoción o decisión que se toma a la ligera. El perdonar tiene un verdadero sentido para la persona que toma este gran paso ya que apela a la razón, a los instintos y al corazón. Cuando te decides por la opción del perdón dejas ir los sentimientos de amargura, rencor, dolor, rabia, miedo y desesperanza, para dar paso a la fuerza que te hace ser persona, que te caracteriza de una manera especial como mujer. Das paso al verdadero significado y sentido de la palabra amor, compasión, bondad, pues tienes el coraje de hacer una verdadera introspección dentro de ti misma, que te lleva también a descubrir y aquilatar la grandeza de tus valores cristianos.
El rencor e ira en el corazón paraliza tu vida, te impide auto-trascender, en cambio el perdón libera a tu corazón atrapado. El perdón "despierta" a tu corazón y le hace experimentar de una forma sobrenatural el correr de tu sangre humana por tus venas. Cuando perdonas se transforma toda tu vida. Mi amiga escuchó atentamente mis palabras, acudió al poder de la oración, actuó y te puedo decir que ha vuelto a recuperar su alegría que la ha llevado a tener una relación de acogida y bondad con su padre.
Algunos actos de perdón que te pueden orientar para transformar tu vida, o tener una experiencia más saludable con los demás pueden ser:
1 - Tómate unos minutos y fíjate en qué te evoca la sugerencia de perdonar a alguien.
2 - Si notas que tienes una rabia o rencor muy arraigada contra alguien cercano a ti comienza a hacer algo valiente.
3 - Si de niña no te guiaron en el arte de perdonar cuando alguien se portaba de una manera injusta contigo, procura hoy guiar a tus hijos.
4 - Recuerda que el perdón es una decisión de ver más allá de los limites de la personalidad de otra persona, es reconocer que a pesar de todo es tan digna como tu.
5 - Reflexiona esta frase: “el perdón es la elección de ver la luz de la lámpara y no la pantalla"
6 - El perdón es una actitud que supone estar dispuesta a encontrar la fuerza para amar que reside en ti.
7 - El perdón es una actitud que te lleva a interiorizar la frase: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.”
8 -. El perdón es ese proceso del alma que te lleva a estar más cerca de Dios.
9 - Todos los días al hacer tu examen de conciencia, recuerda lo que te ha hecho sentir mal de parte de alguna persona y sumérgete en tu corazón para perdonarle.
10- Si perdonas todos los días te sentirás más libre y con mucha más capacidad para ser comprensiva ante las faltas de los otros.
11- Siempre habrá alguien que necesita perdonar más que tu.
12- No permitas que el rencor se apile.
13- Si te sientes incapaz de perdonar, ora y ábrete a la gracia.
14- No permitas que en tu matrimonio haya rencor.
15- Procura que las relaciones con tus hijos no los lleven a abrigar sentimientos negativos en su corazón contra ti.
16- Un genuino acto de perdón te llevará renunciar al resentimiento o la cólera. En su lugar habrá misericordia para aquel que te ofendió.
17- El acto de perdonar es un acto moral que revela toda la generosidad que puede haber o no en tu corazón.
18- Dar la cara al dolor para dar salida al trauma*
19- Reconocer el propio comportamiento negativo y sus efectos. Por ejemplo reconocer el enojo, resentimiento, deseos de venganza que te hara descubrir el daño para tu alma.*
20 El acto en sí mismo que es, hacer una decisión consciente antes de experimentar la emoción por hacerlo.*
21 Sanar la herida- será el proceso que comienza seguido del acto de perdón, la sanación aumentará a medida en que las emociones negativas desaparecen, y continua hasta que los sentimientos negativos desaparecen: Re-encontrarse con el que te hirió. Quiere decir considerar la posibilidad de cerrar por completo la herida a través del contacto con esa persona actuando con amor. Tu puedes reducir futuras reacciones de dolor. Esto es, aprender a ver y reaccionar ante los otros con más empatía, compasión, y amor cuando actúen de forma hiriente .*
22- Si hay algo en tu vida de lo que te lamentas empieza por perdonarte a ti misma.
23- Si te duele el haber permitido que hayan jugado contigo acepta ese dolor pero perdona tu debilidad y continua hacia adelante.
24- No hay nada más destructivo a nivel emocional y espiritual que llevar resentimiento contra los propios padres, esto paraliza tu vida y quita la paz interior. Haz las paces.
25- Los hijos únicos sabes que tener hermanos es un regalo divino, procura estar en paz con tus hermanos.
26- En el trabajo procura no tomar como algo personal los choques de carácter para no abrigar resentimientos.
27- Si notas que has empezado a detestar a un compañero de trabajo procura encontrar qué te hizo para provocar ese sentimiento.
28- Pasa por alto un acto injusto y crece.
29- No pongas atención a los comentarios negativos.
30- Sé instrumento de paz y perdón.
31- Hazte experta en reconciliaciones.
32- Dale ejemplo a los niños perdonando sus travesuras.
33- Motiva a los jóvenes compartiendo tus experiencias de perdón.
34- Pide perdón por alguien mas todos los días.
35- Cómprate la oración de San Francisco de Asís y repártela entre tus amigos.
Amiga, cada una de nosotras tiene una misión especialísima y extraordinaria en este nuevo siglo. Perdonar todo aquello que nos molesta y enseñar a perdonar a los otros. Como mujer tu y yo somos capaces de "suavizar y enternecer" el corazón del mundo. Te animo a que los hagas.
*Según Martin and Thorensen(1997)
Agradecemos la fuente - 2003-11-08
"El perdón es una respuesta, la respuesta implícita en nuestra existencia". Paul Tillich
Por Sheila Morataya-Fleishman
Hace algunos años conocí a una chica muy alegre y dinámica. Había nacido y crecido en un hogar sólido y de costumbres estrictas, un hogar en donde la mentira no era tolerada y la integridad era inculcada. Siempre estaba hablando de su papá, de lo orgullosa que se sentía de él y de la ilusión que le hacia encontrar en el hombre de su vida alguna de las características de la personalidad de su padre. Mi amiga pensaba que la suya era una familia ejemplar y modelo, como pocas. Por circunstancias del destino dejé de verla por unos años hasta que un día casualmente nos volvimos a re-encontrar en una reunión de amigos mutuos.
Me sorprendió no ver en ella aquella alegría que la caracterizaba, en su lugar vi unos ojos tristes y un tono de voz que denotaba tristeza, rabia y rencor. Decidí invitarla a tomar un café para que me contara lo que le había ocurrido en ese tiempo en que habíamos dejado de vernos. "Hace un año - me decía- mis cuatro hermanos y yo descubrimos que nuestro padre no era el hombre íntegro y lleno de virtudes que hasta entonces admirábamos". “Mi padre tiene otra familia con cinco hijos más. Cuando lo supe quise hacer toda clase de locuras, la situación entre el y yo se volvió muy tensa y mi corazón se lleno de amargura, cólera y angustia. Estoy luchando contra estas emociones negativas constantemente y me siento muy agotada pues algo dentro de mi me dice que voy en contra de mi naturaleza que me grita ¡Perdona! ¿Cómo se perdona cuando te sientes tan herida y defraudada?”
Sin lugar a dudas el acto de perdonar encierra un maravilloso misterio para cada ser humano o mujer que se decide a hacerlo. Ya que no es una simple emoción o decisión que se toma a la ligera. El perdonar tiene un verdadero sentido para la persona que toma este gran paso ya que apela a la razón, a los instintos y al corazón. Cuando te decides por la opción del perdón dejas ir los sentimientos de amargura, rencor, dolor, rabia, miedo y desesperanza, para dar paso a la fuerza que te hace ser persona, que te caracteriza de una manera especial como mujer. Das paso al verdadero significado y sentido de la palabra amor, compasión, bondad, pues tienes el coraje de hacer una verdadera introspección dentro de ti misma, que te lleva también a descubrir y aquilatar la grandeza de tus valores cristianos.
El rencor e ira en el corazón paraliza tu vida, te impide auto-trascender, en cambio el perdón libera a tu corazón atrapado. El perdón "despierta" a tu corazón y le hace experimentar de una forma sobrenatural el correr de tu sangre humana por tus venas. Cuando perdonas se transforma toda tu vida. Mi amiga escuchó atentamente mis palabras, acudió al poder de la oración, actuó y te puedo decir que ha vuelto a recuperar su alegría que la ha llevado a tener una relación de acogida y bondad con su padre.
Algunos actos de perdón que te pueden orientar para transformar tu vida, o tener una experiencia más saludable con los demás pueden ser:
1 - Tómate unos minutos y fíjate en qué te evoca la sugerencia de perdonar a alguien.
2 - Si notas que tienes una rabia o rencor muy arraigada contra alguien cercano a ti comienza a hacer algo valiente.
3 - Si de niña no te guiaron en el arte de perdonar cuando alguien se portaba de una manera injusta contigo, procura hoy guiar a tus hijos.
4 - Recuerda que el perdón es una decisión de ver más allá de los limites de la personalidad de otra persona, es reconocer que a pesar de todo es tan digna como tu.
5 - Reflexiona esta frase: “el perdón es la elección de ver la luz de la lámpara y no la pantalla"
6 - El perdón es una actitud que supone estar dispuesta a encontrar la fuerza para amar que reside en ti.
7 - El perdón es una actitud que te lleva a interiorizar la frase: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.”
8 -. El perdón es ese proceso del alma que te lleva a estar más cerca de Dios.
9 - Todos los días al hacer tu examen de conciencia, recuerda lo que te ha hecho sentir mal de parte de alguna persona y sumérgete en tu corazón para perdonarle.
10- Si perdonas todos los días te sentirás más libre y con mucha más capacidad para ser comprensiva ante las faltas de los otros.
11- Siempre habrá alguien que necesita perdonar más que tu.
12- No permitas que el rencor se apile.
13- Si te sientes incapaz de perdonar, ora y ábrete a la gracia.
14- No permitas que en tu matrimonio haya rencor.
15- Procura que las relaciones con tus hijos no los lleven a abrigar sentimientos negativos en su corazón contra ti.
16- Un genuino acto de perdón te llevará renunciar al resentimiento o la cólera. En su lugar habrá misericordia para aquel que te ofendió.
17- El acto de perdonar es un acto moral que revela toda la generosidad que puede haber o no en tu corazón.
18- Dar la cara al dolor para dar salida al trauma*
19- Reconocer el propio comportamiento negativo y sus efectos. Por ejemplo reconocer el enojo, resentimiento, deseos de venganza que te hara descubrir el daño para tu alma.*
20 El acto en sí mismo que es, hacer una decisión consciente antes de experimentar la emoción por hacerlo.*
21 Sanar la herida- será el proceso que comienza seguido del acto de perdón, la sanación aumentará a medida en que las emociones negativas desaparecen, y continua hasta que los sentimientos negativos desaparecen: Re-encontrarse con el que te hirió. Quiere decir considerar la posibilidad de cerrar por completo la herida a través del contacto con esa persona actuando con amor. Tu puedes reducir futuras reacciones de dolor. Esto es, aprender a ver y reaccionar ante los otros con más empatía, compasión, y amor cuando actúen de forma hiriente .*
22- Si hay algo en tu vida de lo que te lamentas empieza por perdonarte a ti misma.
23- Si te duele el haber permitido que hayan jugado contigo acepta ese dolor pero perdona tu debilidad y continua hacia adelante.
24- No hay nada más destructivo a nivel emocional y espiritual que llevar resentimiento contra los propios padres, esto paraliza tu vida y quita la paz interior. Haz las paces.
25- Los hijos únicos sabes que tener hermanos es un regalo divino, procura estar en paz con tus hermanos.
26- En el trabajo procura no tomar como algo personal los choques de carácter para no abrigar resentimientos.
27- Si notas que has empezado a detestar a un compañero de trabajo procura encontrar qué te hizo para provocar ese sentimiento.
28- Pasa por alto un acto injusto y crece.
29- No pongas atención a los comentarios negativos.
30- Sé instrumento de paz y perdón.
31- Hazte experta en reconciliaciones.
32- Dale ejemplo a los niños perdonando sus travesuras.
33- Motiva a los jóvenes compartiendo tus experiencias de perdón.
34- Pide perdón por alguien mas todos los días.
35- Cómprate la oración de San Francisco de Asís y repártela entre tus amigos.
Amiga, cada una de nosotras tiene una misión especialísima y extraordinaria en este nuevo siglo. Perdonar todo aquello que nos molesta y enseñar a perdonar a los otros. Como mujer tu y yo somos capaces de "suavizar y enternecer" el corazón del mundo. Te animo a que los hagas.
*Según Martin and Thorensen(1997)
Agradecemos la fuente - 2003-11-08
CÓMO RECIBIR LAS CRÍTICAS INJUSTAS DE LA PAREJA
CÓMO RECIBIR LAS CRÍTICAS INJUSTAS DE LA PAREJA
Tipos de críticas no constructivas
Si bien es una habilidad importante saber recibir críticas bien intencionadas o apropiadas, también lo es reconocer las que no lo son. Existen dos tipos de críticas: las injustas y las malintencionadas. Se debe aprender a recibir ambas.
Recibiendo críticas injustas en la pareja
En cualquier relación, y sobre todo en la pareja, cuando un miembro está siendo criticado por el otro de forma injusta, sin razón, éste lo primero que debe hacer es escuchar y darse cuenta de la confusión de la crítica. Luego, decidir si aceptarla o no. Cómo reaccionar ante éstas:
1. Lo primero, la persona ha de escuchar atenta y relajadamente todo lo que el otro/a dice. No dejar que la furia entorpezca los pensamientos y la conducta.
2. Cuando haya terminado de hablar, responderle con voz firme y con palabras claras que no es verdad lo que dice o critica.
3. También ha de expresarle cómo se ha sentido o se siente al recibir esa crítica por ejemplo: “me siento dolido”, y cómo le gustaría que la próxima vez se comportara: “te pido que en la siguiente ocasión te asegures antes de lo que me vas a decir y por último acabar dándole las gracias: “te lo agradecería sinceramente”.
Recibiendo críticas malintencionadas en la pareja
Son críticas más conflictivas, que se caracterizan por mandarse con mala intención, en un tono de voz elevado o irónico-despectivo, usando un lenguaje agresivo,... Críticas que, si no se saben controlar, acaban en enfrentamiento.Cómo reaccionar ante éstas:
1. Pues como en cualquier situación: primero escuchar, después mostrar acuerdo, si lo que el otro crítica es cierto, o desacuerdo, si no lo es. De cualquier forma, acabar agradeciéndoselo.
2. Por último, hacer referencia a la forma incorrecta en que la crítica ha sido enviada. Para ello es importante dejarle claro al otro cómo se ha sentido, por ejemplo: “me he sentido muy ofendido, porque me lo has dicho gritándome e insultándome”. Sugerirle cambios “te agradecería que para próximas veces...”).
Aunque al leerlas puedan parecer habilidades muy “teóricas”, no lo son. Y su práctica en el día a día, puede reportar grandes beneficios en cualquier relación personal.
Fuente: Google
Tipos de críticas no constructivas
Si bien es una habilidad importante saber recibir críticas bien intencionadas o apropiadas, también lo es reconocer las que no lo son. Existen dos tipos de críticas: las injustas y las malintencionadas. Se debe aprender a recibir ambas.
Recibiendo críticas injustas en la pareja
En cualquier relación, y sobre todo en la pareja, cuando un miembro está siendo criticado por el otro de forma injusta, sin razón, éste lo primero que debe hacer es escuchar y darse cuenta de la confusión de la crítica. Luego, decidir si aceptarla o no. Cómo reaccionar ante éstas:
1. Lo primero, la persona ha de escuchar atenta y relajadamente todo lo que el otro/a dice. No dejar que la furia entorpezca los pensamientos y la conducta.
2. Cuando haya terminado de hablar, responderle con voz firme y con palabras claras que no es verdad lo que dice o critica.
3. También ha de expresarle cómo se ha sentido o se siente al recibir esa crítica por ejemplo: “me siento dolido”, y cómo le gustaría que la próxima vez se comportara: “te pido que en la siguiente ocasión te asegures antes de lo que me vas a decir y por último acabar dándole las gracias: “te lo agradecería sinceramente”.
Recibiendo críticas malintencionadas en la pareja
Son críticas más conflictivas, que se caracterizan por mandarse con mala intención, en un tono de voz elevado o irónico-despectivo, usando un lenguaje agresivo,... Críticas que, si no se saben controlar, acaban en enfrentamiento.Cómo reaccionar ante éstas:
1. Pues como en cualquier situación: primero escuchar, después mostrar acuerdo, si lo que el otro crítica es cierto, o desacuerdo, si no lo es. De cualquier forma, acabar agradeciéndoselo.
2. Por último, hacer referencia a la forma incorrecta en que la crítica ha sido enviada. Para ello es importante dejarle claro al otro cómo se ha sentido, por ejemplo: “me he sentido muy ofendido, porque me lo has dicho gritándome e insultándome”. Sugerirle cambios “te agradecería que para próximas veces...”).
Aunque al leerlas puedan parecer habilidades muy “teóricas”, no lo son. Y su práctica en el día a día, puede reportar grandes beneficios en cualquier relación personal.
Fuente: Google
CÓMO MANTENER UNA COMUNICACIÓN EFICAZ
CÓMO MANTENER UNA COMUNICACIÓN EFICAZ
Mala comunicación en la pareja
El uso frecuente de frases del tipo: tú tienes la culpa, eres, haz, deberías, siempre . No escuchar, dar consejos antes de tiempo, no dejar acabar la conversación, hacer preguntas de reproche, justificar en exceso las opiniones tomadas (porque yo creo que…; sí, porque yo veo que…), no saber elegir el momento oportuno para hablar de temas conflictivos (por ejemplo, cuando la pareja está cansada o muy enfadada) o interpretar las respuestas (Eso demuestra tu falta de personalidad, claro es que eres una persona sin carácter ), son también ejemplos de mala comunicación.
Orientaciones para mantener una buena comunicación en la pareja
En general, ambos miembros de la relación han de expresar de forma directa y sincera todo lo que sienten, desean u opinan, tanto lo bueno como lo malo, sea referente a la propia relación o no (porque la persona está en interacción con otros ámbitos: el trabajo, los estudios, los amigos, la familia, que son también fuentes de continuas preocupaciones o alegrías y, en definitiva, “influyen” en la relación de pareja). Así, disponer de alguien con quien hablar y en quien confiar es una de las “tareas” que se ha de cuidar.
Es habitual que en la pareja se den situaciones conflictivas que generen emociones como ansiedad, enfado, tristeza, etc. No manifestarlos impide llegar a una relación estrecha y comunicativa.
Cómo expresar los sentimientos negativos
Ante todo de forma directa, sin rodeos, espontáneamente y justo en el momento que aparecen. Para ello es importante que las frases que se emitan recojan realmente los sentimientos propios y no acusaciones contra el otro.
Por ejemplo, cuando una persona quiere hablar con su pareja de un tema que le preocupa y nota que no le hace caso, podría decirle: ”No estás escuchando- en tono severo y elevado-, eres un insensible, deberías preocuparte más por mí” (expresión de sentimientos inapropiada). O bien, podría decirle: ”Me estoy sintiendo dolido, porque no quieres hablar del tema”(expresión de sentimientos apropiada).
Así como han de saber expresarse, también han de saber cómo escucharse. Escuchar bien refuerza los lazos de confianza, neutraliza los conflictos y mejora el clima de la relación en la pareja.
Cómo escuchar de forma comprensiva y atenta:
En primer lugar, haciendo que no interfieran otros pensamientos. Escuchar todo lo que la pareja transmita con palabras y con gestos, en ese momento es lo más importante. Al mismo tiempo, ha de cuidar también sus propios gestos. Para ello es necesario que mantenga un contacto visual continuo, que la expresión de la cara muestre atención, que el cuerpo esté algo inclinado hacia delante (demostrando interés) y que mueva la cabeza o utilice palabras de asentimiento y comprensión (como ”ya, ajá, sí”). Fuente: Google
Mala comunicación en la pareja
El uso frecuente de frases del tipo: tú tienes la culpa, eres, haz, deberías, siempre . No escuchar, dar consejos antes de tiempo, no dejar acabar la conversación, hacer preguntas de reproche, justificar en exceso las opiniones tomadas (porque yo creo que…; sí, porque yo veo que…), no saber elegir el momento oportuno para hablar de temas conflictivos (por ejemplo, cuando la pareja está cansada o muy enfadada) o interpretar las respuestas (Eso demuestra tu falta de personalidad, claro es que eres una persona sin carácter ), son también ejemplos de mala comunicación.
Orientaciones para mantener una buena comunicación en la pareja
En general, ambos miembros de la relación han de expresar de forma directa y sincera todo lo que sienten, desean u opinan, tanto lo bueno como lo malo, sea referente a la propia relación o no (porque la persona está en interacción con otros ámbitos: el trabajo, los estudios, los amigos, la familia, que son también fuentes de continuas preocupaciones o alegrías y, en definitiva, “influyen” en la relación de pareja). Así, disponer de alguien con quien hablar y en quien confiar es una de las “tareas” que se ha de cuidar.
Es habitual que en la pareja se den situaciones conflictivas que generen emociones como ansiedad, enfado, tristeza, etc. No manifestarlos impide llegar a una relación estrecha y comunicativa.
Cómo expresar los sentimientos negativos
Ante todo de forma directa, sin rodeos, espontáneamente y justo en el momento que aparecen. Para ello es importante que las frases que se emitan recojan realmente los sentimientos propios y no acusaciones contra el otro.
Por ejemplo, cuando una persona quiere hablar con su pareja de un tema que le preocupa y nota que no le hace caso, podría decirle: ”No estás escuchando- en tono severo y elevado-, eres un insensible, deberías preocuparte más por mí” (expresión de sentimientos inapropiada). O bien, podría decirle: ”Me estoy sintiendo dolido, porque no quieres hablar del tema”(expresión de sentimientos apropiada).
Así como han de saber expresarse, también han de saber cómo escucharse. Escuchar bien refuerza los lazos de confianza, neutraliza los conflictos y mejora el clima de la relación en la pareja.
Cómo escuchar de forma comprensiva y atenta:
En primer lugar, haciendo que no interfieran otros pensamientos. Escuchar todo lo que la pareja transmita con palabras y con gestos, en ese momento es lo más importante. Al mismo tiempo, ha de cuidar también sus propios gestos. Para ello es necesario que mantenga un contacto visual continuo, que la expresión de la cara muestre atención, que el cuerpo esté algo inclinado hacia delante (demostrando interés) y que mueva la cabeza o utilice palabras de asentimiento y comprensión (como ”ya, ajá, sí”). Fuente: Google
APRENDER A PERDONAR
El rencor y el orgullo, junto con otra serie de pensamientos negativos, invaden las mentes de los que no saben qué es, cómo se consigue y qué beneficios ofrece saber perdonar.
Perdonar es la acción de detener los sentimientos de rencor, ira y venganza, en contra de algo o alguien que le ha ofendido. Es una transformación de pensamientos, sentimientos y respuestas negativas, en positivas.
Elementos básicos para perdonar
Mariah Burton Nelson en su libro El corazón incomprendido, destaca la importancia de los siguientes factores para poder perdonar:
Hacerse consciente del hecho que ha acontecido.
Analizar lo sucedido objetivamente y dialogando con los implicados. Para ello a veces se hace preciso la ayuda de un profesional.
Humanidad. Esforzarse en ver al que ha ofendido como una persona con virtudes y defectos. No sentirse superior o con derecho a juzgar.
Humildad. Es necesario dejar a un lado el orgullo, que actúa de barrera ante el acceso al perdón.
Perdonarse a sí mismo es reflexionar sobre los propios errores. Este acto sirve para aceptarse uno a sí mismo y para llegar a la conclusión de que el perdón es necesario para todos.
El proceso del perdón
Perdonar suele requerir un proceso largo, un esfuerzo grande y una actitud abierta al cambio. Para conseguir perdonar intente ver las cosas desde fuera, no insista en el papel de víctima. Si realmente es la víctima, piense si le resulta útil el rencor, o por el contrario, lo único que consigue es mayor malestar.
Imagine que en vez de estar enfadado por la ofensa, decide perdonar a quién le ha causado daño, ¿cómo es el sentimiento que le invade al imaginar que perdona? ¿es positivo?. Sopese qué es más eficaz para encontrarse bien, ¿insistir en pasar un mal rato, dando vueltas a lo sucedido? o ¿analizar lo sucedido para llegar a un acuerdo para que no vuelva a suceder perdonando y olvidando el suceso?.
Si la culpa de lo sucedido es suya; perdónese, una vez que se haya disculpado y haya visto el modo de que no se vuelva a repetir esa situación. Deje de luchar contra lo sucedido. No enjuicie precipitadamente, ya que tener prejuicios o autoengañarse a la hora de analizar un hecho, puede hacerle caer en malas o distorsionadas interpretaciones de la realidad. Buscar culpables donde no los hay o culpabilizar de sus propias reacciones negativas a otros no le ayudará en nada.
Beneficios de perdonar
Aumentan los sentimientos de bienestar personal.
Se da una mejora a nivel mental y físico
Aumenta la autoestima y se restaura el sentido de poder personal.
¿Qué NO es perdonar?
Muchas personas confunden el proceso del perdón con la negación de lo sucedido. Al hacerlo de forma frecuente no se afronta la realidad de una manera adulta, sino que se rehuye como lo haría un niño que prefiere no meterse en líos.
Hay que tener cuidado con no confundir perdonar con disculpar. Disculpar es llegar a comprender el motivo que hace que la ofensa se lleve a cabo. Entender y comprender una ofensa, es diferente a perdonarla. Aunque a veces intentar comprender el hecho puede llevar al perdón, éste exige el olvido.
Tampoco se debe pensar que perdonar significa perder sus derechos o aceptar el comportamiento que ha acontecido. Perdonar no es algo ajeno a la capacidad de sentir y recordar: para pedir perdón, se han de modificar sentimientos, pensamientos negativos y construir unos nuevos positivos mediante la reflexión. No se debe tomar el perdón como una obligación o condición, ha de ser libre, gratuito y espontáneo.
FACTORES QUE DIFICULTAN EL PERDÓN
Mantener un estado continuo de frustración e intolerancia.
El conservar a lo largo del tiempo un rencor, orgullo y cúmulo de malos pensamientos, hacen que la persona se encuentre en un estado de malestar a nivel físico y psicológico.
El no dejar paso a pensamientos positivos
Hace que la persona enfrente la vida con un cierto negativismo que le dificultará, no sólo el perdonar a las personas que le rodean, sino también enfrentarse a los problemas con un cierto nivel de autoestima, valor, ilusión...
No sentirse digno de ser perdonado
Pensar así es un modo de cerrar las puertas a la felicidad. Ya que el sentimiento de culpabilidad y de no aceptación por parte de los demás, hará sufrir constantemente a la persona que piense así.
Interpretar todo como una ofensa
Es un modo de percibir la realidad distorsiona, que no se soluciona cambiando la realidad, sino la interpretación que la persona hace de ésta.
Carecer de motivación para cambiar de modo de pensar:
Una persona ha de tener ilusión en la vida y un deseo de paz interior, bienestar y felicidad, para que de importancia al perdón. Porque la falta de éste, sea lo que provoca la perturbación de lo que desea ( paz, felicidad...).
ETAPAS DEL PROCESO DEL PERDÓN
Etapas del proceso de perdón
1. Decidir no vengarse y hacer que cesen los gestos ofensivos.
2. Reconocer la herida y la propia pobreza interior.
3. Compartir la herida con alguien.
4. Identificar la pérdida para hacerle el duelo.
5. Aceptar la propia cólera y el deseo de venganza.
6. Perdonarse a sí mismo.
7. Empezar a comprender al ofensor.
8. Encontrar el sentido de la ofensa en la propia vida.
9. Saberse digno de perdón y ya perdonado.
10. Dejar de obstinarse en perdonar.
11. Abrirse a la gracia de perdonar
12. Decidir acabar con la relación o renovarla.
Fuente: Jean Monbourquette (1997)El perdón como elemento terapéutico.
Perdonar es la acción de detener los sentimientos de rencor, ira y venganza, en contra de algo o alguien que le ha ofendido. Es una transformación de pensamientos, sentimientos y respuestas negativas, en positivas.
Elementos básicos para perdonar
Mariah Burton Nelson en su libro El corazón incomprendido, destaca la importancia de los siguientes factores para poder perdonar:
Hacerse consciente del hecho que ha acontecido.
Analizar lo sucedido objetivamente y dialogando con los implicados. Para ello a veces se hace preciso la ayuda de un profesional.
Humanidad. Esforzarse en ver al que ha ofendido como una persona con virtudes y defectos. No sentirse superior o con derecho a juzgar.
Humildad. Es necesario dejar a un lado el orgullo, que actúa de barrera ante el acceso al perdón.
Perdonarse a sí mismo es reflexionar sobre los propios errores. Este acto sirve para aceptarse uno a sí mismo y para llegar a la conclusión de que el perdón es necesario para todos.
El proceso del perdón
Perdonar suele requerir un proceso largo, un esfuerzo grande y una actitud abierta al cambio. Para conseguir perdonar intente ver las cosas desde fuera, no insista en el papel de víctima. Si realmente es la víctima, piense si le resulta útil el rencor, o por el contrario, lo único que consigue es mayor malestar.
Imagine que en vez de estar enfadado por la ofensa, decide perdonar a quién le ha causado daño, ¿cómo es el sentimiento que le invade al imaginar que perdona? ¿es positivo?. Sopese qué es más eficaz para encontrarse bien, ¿insistir en pasar un mal rato, dando vueltas a lo sucedido? o ¿analizar lo sucedido para llegar a un acuerdo para que no vuelva a suceder perdonando y olvidando el suceso?.
Si la culpa de lo sucedido es suya; perdónese, una vez que se haya disculpado y haya visto el modo de que no se vuelva a repetir esa situación. Deje de luchar contra lo sucedido. No enjuicie precipitadamente, ya que tener prejuicios o autoengañarse a la hora de analizar un hecho, puede hacerle caer en malas o distorsionadas interpretaciones de la realidad. Buscar culpables donde no los hay o culpabilizar de sus propias reacciones negativas a otros no le ayudará en nada.
Beneficios de perdonar
Aumentan los sentimientos de bienestar personal.
Se da una mejora a nivel mental y físico
Aumenta la autoestima y se restaura el sentido de poder personal.
¿Qué NO es perdonar?
Muchas personas confunden el proceso del perdón con la negación de lo sucedido. Al hacerlo de forma frecuente no se afronta la realidad de una manera adulta, sino que se rehuye como lo haría un niño que prefiere no meterse en líos.
Hay que tener cuidado con no confundir perdonar con disculpar. Disculpar es llegar a comprender el motivo que hace que la ofensa se lleve a cabo. Entender y comprender una ofensa, es diferente a perdonarla. Aunque a veces intentar comprender el hecho puede llevar al perdón, éste exige el olvido.
Tampoco se debe pensar que perdonar significa perder sus derechos o aceptar el comportamiento que ha acontecido. Perdonar no es algo ajeno a la capacidad de sentir y recordar: para pedir perdón, se han de modificar sentimientos, pensamientos negativos y construir unos nuevos positivos mediante la reflexión. No se debe tomar el perdón como una obligación o condición, ha de ser libre, gratuito y espontáneo.
FACTORES QUE DIFICULTAN EL PERDÓN
Mantener un estado continuo de frustración e intolerancia.
El conservar a lo largo del tiempo un rencor, orgullo y cúmulo de malos pensamientos, hacen que la persona se encuentre en un estado de malestar a nivel físico y psicológico.
El no dejar paso a pensamientos positivos
Hace que la persona enfrente la vida con un cierto negativismo que le dificultará, no sólo el perdonar a las personas que le rodean, sino también enfrentarse a los problemas con un cierto nivel de autoestima, valor, ilusión...
No sentirse digno de ser perdonado
Pensar así es un modo de cerrar las puertas a la felicidad. Ya que el sentimiento de culpabilidad y de no aceptación por parte de los demás, hará sufrir constantemente a la persona que piense así.
Interpretar todo como una ofensa
Es un modo de percibir la realidad distorsiona, que no se soluciona cambiando la realidad, sino la interpretación que la persona hace de ésta.
Carecer de motivación para cambiar de modo de pensar:
Una persona ha de tener ilusión en la vida y un deseo de paz interior, bienestar y felicidad, para que de importancia al perdón. Porque la falta de éste, sea lo que provoca la perturbación de lo que desea ( paz, felicidad...).
ETAPAS DEL PROCESO DEL PERDÓN
Etapas del proceso de perdón
1. Decidir no vengarse y hacer que cesen los gestos ofensivos.
2. Reconocer la herida y la propia pobreza interior.
3. Compartir la herida con alguien.
4. Identificar la pérdida para hacerle el duelo.
5. Aceptar la propia cólera y el deseo de venganza.
6. Perdonarse a sí mismo.
7. Empezar a comprender al ofensor.
8. Encontrar el sentido de la ofensa en la propia vida.
9. Saberse digno de perdón y ya perdonado.
10. Dejar de obstinarse en perdonar.
11. Abrirse a la gracia de perdonar
12. Decidir acabar con la relación o renovarla.
Fuente: Jean Monbourquette (1997)El perdón como elemento terapéutico.
EVITAR DISCUTIR
Hay personas a quienes les encanta discutir, pues la confrontación los energiza, haciéndoles sentir "súper", mientras otros ni discuten ni le llevan la contraria ¡a nadie! Ambos extremos afectan las relaciones, por lo que sugiero aprender a diferir sin discutir.
Veamos los pasos a seguir.
Conócete mejor. Observa tu estilo de comunicación y pídele opinión a personas de confianza para que puedas determinar cuan controvertible es tu conducta: ¡quizás no te has dado cuenta de las amistades que te esta costando!
Escucha tu propia voz. ¿Que dices en cada situación... y como lo dices? Tus palabras, ¿son fuertes, rudas, hirientes? y tu tono de voz ¿es alto? ¿es emotivo? ¿suena irónico, mandón, o quejoso?
Presta atención cuando te están hablando. Muchas veces las discusiones surgen de malos entendidos. Esfuérzate por entender el punto, la posición del otro, y lo que dice, o lo que insinúa y no dice pero que comunica. Casi siempre pensamos en lo que vamos a decir cuando el otro calle, o atendemos más a nuestra emoción que a la lógica y la razón.
Evita discutir cuando sientas enojo. Si nos domina la emoción, la lógica y la razón se van a la huelga. Respira profundo y cuenta hasta diez. ¡Cuenta hasta cien , si es preciso!
Salte del lugar. Excúsate de alguna manera y aléjate. Cuando tengas mas calma, puedes regresar a "analizar las diferencias". Recuerda que el que mantiene la calma siempre controla la situación. Si no te puedes alejar físicamente, aléjate mentalmente, pensando en algo agradable. Eso no impedirá que escuches el mensaje de la otra persona y te servirá de filtro, manteniendo a raya los embates de la emoción.
No te ciegues por la emoción. Escoge cuándo y dónde es más apropiado dilucidar asuntos difíciles.
No contamines lo presente con molestias o asuntos pasados. Si debes discutir atiéndelo en el momento. Evita decir: "Tu siempre..._______", o "tu nunca______", o "cuantas veces...______", etc.
Escoge tus batallas. No pelees por cualquier tontería, ni con cualquier tónto.
Utiliza el tacto. Así evitarás que levanten las invisibles murallas defensivas que le impiden a tus mensajes ser bien recibidos.
Mantén la cordialidad en toda la conversación. Obrando con sabiduría evitando lamentaciones. Evitando discusiones innecesarias te elevas hacia la superación y la excelencia.
LAS PERSONAS MADURAS HACEN PLENO USO DE SUS POTENCIALIDADES, SE ACEPTAN A SÍ MISMAS COMO UNA PARTE DEL MISTERIO MAYOR DE LA VIDA
(L. Buscáglia). Fuente: Google
Veamos los pasos a seguir.
Conócete mejor. Observa tu estilo de comunicación y pídele opinión a personas de confianza para que puedas determinar cuan controvertible es tu conducta: ¡quizás no te has dado cuenta de las amistades que te esta costando!
Escucha tu propia voz. ¿Que dices en cada situación... y como lo dices? Tus palabras, ¿son fuertes, rudas, hirientes? y tu tono de voz ¿es alto? ¿es emotivo? ¿suena irónico, mandón, o quejoso?
Presta atención cuando te están hablando. Muchas veces las discusiones surgen de malos entendidos. Esfuérzate por entender el punto, la posición del otro, y lo que dice, o lo que insinúa y no dice pero que comunica. Casi siempre pensamos en lo que vamos a decir cuando el otro calle, o atendemos más a nuestra emoción que a la lógica y la razón.
Evita discutir cuando sientas enojo. Si nos domina la emoción, la lógica y la razón se van a la huelga. Respira profundo y cuenta hasta diez. ¡Cuenta hasta cien , si es preciso!
Salte del lugar. Excúsate de alguna manera y aléjate. Cuando tengas mas calma, puedes regresar a "analizar las diferencias". Recuerda que el que mantiene la calma siempre controla la situación. Si no te puedes alejar físicamente, aléjate mentalmente, pensando en algo agradable. Eso no impedirá que escuches el mensaje de la otra persona y te servirá de filtro, manteniendo a raya los embates de la emoción.
No te ciegues por la emoción. Escoge cuándo y dónde es más apropiado dilucidar asuntos difíciles.
No contamines lo presente con molestias o asuntos pasados. Si debes discutir atiéndelo en el momento. Evita decir: "Tu siempre..._______", o "tu nunca______", o "cuantas veces...______", etc.
Escoge tus batallas. No pelees por cualquier tontería, ni con cualquier tónto.
Utiliza el tacto. Así evitarás que levanten las invisibles murallas defensivas que le impiden a tus mensajes ser bien recibidos.
Mantén la cordialidad en toda la conversación. Obrando con sabiduría evitando lamentaciones. Evitando discusiones innecesarias te elevas hacia la superación y la excelencia.
LAS PERSONAS MADURAS HACEN PLENO USO DE SUS POTENCIALIDADES, SE ACEPTAN A SÍ MISMAS COMO UNA PARTE DEL MISTERIO MAYOR DE LA VIDA
(L. Buscáglia). Fuente: Google
TEXTOS SOBRE EL AMOR
Sin amor
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La castidad sin amor, te hace orgulloso.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor, te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.
=====:::=====
La prueba final de amor
John X se levantó del banco, arreglando su uniforme, y estudió la multitud de gente que se abría paso hacia la Gran Estación Central. Buscó la chica cuyo corazón él conocía pero cuya cara nunca había visto, la chica de la rosa.
Su interés en ella había comenzado 13 meses antes en una Biblioteca de Florida. Tomando un libro del estante, se encontró intrigado, no por las palabras del libro sino por las notas escritas en el margen. La escritura suave reflejaba un alma pensativa y una mente brillante. En la parte del frente del libro descubrió el nombre de la dueña anterior, la señorita Hollys Maynell.
Con tiempo y esfuerzo localizó su dirección. Ella vivía en Nueva York.
Él le escribió una carta para presentarse y para invitarla a corresponderle.
Al día siguiente, John fue enviado por barco para servir en la Segunda Guerra Mundial. Durante un año y un mes, los dos se conocieron a través del correo, y un romance fue creciendo. John le pidió una fotografía, pero ella se negó.
Ella sentía que si a él de verdad le importaba, no importaría cómo ella luciera.
Cuando por fin llegó el día en que él regresaría de Europa, ellos arreglaron su primer encuentro: A las 7:00 de la tarde, en la Gran Estación Central de Nueva York: "Tú me reconocerás" ella dijo, "por la rosa roja que llevaré en la solapa".
Así que a las 7 John estaba en la estación buscándola.
Dejaré que el señor X les diga lo que sucedió: "Una joven mujer vino hacia mí, su figura era alta y esbelta. Su cabello rubio y rizado se encontraba detrás de sus delicadas orejas; sus ojos eran azules como flores. Sus labios y su mentón
tenían una gentil firmeza y en su traje verde pálido era como la primavera en vida. Yo comencé a caminar hacia ella sin darme cuenta que no llevaba la rosa.
Mientras me movía, una pequeña y provocativa sonrisa curvó sus labios: "¿Vas por mi vía, marinero?" Murmuró ella. Casi incontrolablemente di un paso hacia ella y
entonces, vi a Hollis Maynell. Estaba parada casi directamente detrás de la chica. Una mujer de más de 40 años, con cabello grisáceo y bajo un sombrero gastado. Era más que regordeta, sus pies con gruesos tobillos descansaban en zapatos de suela baja. La chica en el traje verde se iba rápidamente. Sentí como si me partiera en dos:
Mi deseo tan agudo de seguirla, y a la vez tan profundo
mi anhelo por la mujer cuyo espíritu me había acompañado y apoyado. Y ahí estaba ella. Su pálida y rolliza cara era gentil y sensible, sus ojos grises tenían un brillo cálido y amigable... No vacilé: Mis dedos apretaron la pequeña y usada copia de cuero del libro que era para identificarme con ella. Esto no sería amor, pero sería algo preciado, algo quizá mejor que el amor, una amistad por la que había y debía estar siempre agradecido. Cuadré mis hombros, saludé y le ofrecí el libro a la mujer, aunque mientras hablaba me sentí ahogado por la amargura de mi decepción. Soy el Teniente John X, y usted debe ser la Srta. Maynell.
Estoy muy contento que me pudiera conocer. ¿La puedo llevar a cenar?
La cara de la mujer se ensanchó en una sonrisa tolerante.
"No sé de qué se trata esto hijo" ella respondió, "pero la señorita en el traje verde que se acaba de ir me rogó que usara esta rosa en mi abrigo. Y ella dijo que si usted me invitaba a cenar yo le diría que lo está esperando en el restaurante del frente. Ella dijo que era una clase de prueba!"
No es difícil de entender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell.
La verdadera naturaleza de un corazón se ve en su respuesta a lo no atractivo.
"Dime a quien amas" escribió Houssaye, "Y te diré quién eres".
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La castidad sin amor, te hace orgulloso.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor, te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.
=====:::=====
La prueba final de amor
John X se levantó del banco, arreglando su uniforme, y estudió la multitud de gente que se abría paso hacia la Gran Estación Central. Buscó la chica cuyo corazón él conocía pero cuya cara nunca había visto, la chica de la rosa.
Su interés en ella había comenzado 13 meses antes en una Biblioteca de Florida. Tomando un libro del estante, se encontró intrigado, no por las palabras del libro sino por las notas escritas en el margen. La escritura suave reflejaba un alma pensativa y una mente brillante. En la parte del frente del libro descubrió el nombre de la dueña anterior, la señorita Hollys Maynell.
Con tiempo y esfuerzo localizó su dirección. Ella vivía en Nueva York.
Él le escribió una carta para presentarse y para invitarla a corresponderle.
Al día siguiente, John fue enviado por barco para servir en la Segunda Guerra Mundial. Durante un año y un mes, los dos se conocieron a través del correo, y un romance fue creciendo. John le pidió una fotografía, pero ella se negó.
Ella sentía que si a él de verdad le importaba, no importaría cómo ella luciera.
Cuando por fin llegó el día en que él regresaría de Europa, ellos arreglaron su primer encuentro: A las 7:00 de la tarde, en la Gran Estación Central de Nueva York: "Tú me reconocerás" ella dijo, "por la rosa roja que llevaré en la solapa".
Así que a las 7 John estaba en la estación buscándola.
Dejaré que el señor X les diga lo que sucedió: "Una joven mujer vino hacia mí, su figura era alta y esbelta. Su cabello rubio y rizado se encontraba detrás de sus delicadas orejas; sus ojos eran azules como flores. Sus labios y su mentón
tenían una gentil firmeza y en su traje verde pálido era como la primavera en vida. Yo comencé a caminar hacia ella sin darme cuenta que no llevaba la rosa.
Mientras me movía, una pequeña y provocativa sonrisa curvó sus labios: "¿Vas por mi vía, marinero?" Murmuró ella. Casi incontrolablemente di un paso hacia ella y
entonces, vi a Hollis Maynell. Estaba parada casi directamente detrás de la chica. Una mujer de más de 40 años, con cabello grisáceo y bajo un sombrero gastado. Era más que regordeta, sus pies con gruesos tobillos descansaban en zapatos de suela baja. La chica en el traje verde se iba rápidamente. Sentí como si me partiera en dos:
Mi deseo tan agudo de seguirla, y a la vez tan profundo
mi anhelo por la mujer cuyo espíritu me había acompañado y apoyado. Y ahí estaba ella. Su pálida y rolliza cara era gentil y sensible, sus ojos grises tenían un brillo cálido y amigable... No vacilé: Mis dedos apretaron la pequeña y usada copia de cuero del libro que era para identificarme con ella. Esto no sería amor, pero sería algo preciado, algo quizá mejor que el amor, una amistad por la que había y debía estar siempre agradecido. Cuadré mis hombros, saludé y le ofrecí el libro a la mujer, aunque mientras hablaba me sentí ahogado por la amargura de mi decepción. Soy el Teniente John X, y usted debe ser la Srta. Maynell.
Estoy muy contento que me pudiera conocer. ¿La puedo llevar a cenar?
La cara de la mujer se ensanchó en una sonrisa tolerante.
"No sé de qué se trata esto hijo" ella respondió, "pero la señorita en el traje verde que se acaba de ir me rogó que usara esta rosa en mi abrigo. Y ella dijo que si usted me invitaba a cenar yo le diría que lo está esperando en el restaurante del frente. Ella dijo que era una clase de prueba!"
No es difícil de entender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell.
La verdadera naturaleza de un corazón se ve en su respuesta a lo no atractivo.
"Dime a quien amas" escribió Houssaye, "Y te diré quién eres".
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Listado de libros de auto ayuda http://www.pensamientopositivo.org/2012/05/02/431-los-libros-recomendados-en-pensamiento-positivo/ ...
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